Errores Climáticos

Los recientes acontecimientos sobre la plataforma Wilkins han vuelto a abrir el apocalipsis del cambio climático. En el siguiente post comentare sobre el rompimiento mecánico de Wilkins, nada que ver con el descongelamiento Antártico, pero antes unas pequeñas reflexiones sobre cómo pueden manipularse los datos aun sin querer hacerlo. Referencias: cambio climático, Pequeña Edad de Hielo, hielo ártico, apocalipsis.

Acabo de recibir el National Geographic del mes de Mayo 2009, donde adjuntan un poster del océano ártico. Las imágenes espectaculares, como siempre en el NG, una envidia para los aficionados como yo. Pero el texto que acompaña a estas imágenes ya no me parece tan espectacular, al menos dentro del rigor científico.

Varios gráficos ilustran el comportamiento del balance energético de la energía proveniente del Sol. Es muy sencillo entenderlo a grandes rasgos, la luz del Sol incide sobre el hielo ártico y se refleja. Gran parte de la energía Solar vuelve al espacio y poca queda atrapada en el suelo. Si el hielo se funde, la reflexión es menor, entonces la energía que vuelve al espacio es menor. Como queda más energía atrapada en el suelo, la temperatura aumenta y el hielo se funde más. Entramos en un ciclo que acaba fundiendo todo el hielo ártico.

Dicen que hace diez años los modelos climáticos predecían que en el verano de 2100 ya no habría hielo en el ártico. Posteriormente los  nuevos modelos predecían que ocurriría en el 2050 y ahora en el 2030.

Acompañan estas declaraciones con las siguientes imágenes, que en letra pequeña dicen que son las millas cuadradas de hielo en el verano. No hacen la comparativa con el hielo en invierno. De esta manera parece que el hielo ártico se va fundiendo irremediablemente con el paso de los años. Así pues la teoría de la reflexión solar se cumple inexorablemente. Pues bien, no es cierto, siento decirlo pero otra vez la fe ciega en el apocalipsis climático ha vuelto a meter la pata.

Primero, en la imagen final se asegura que en los últimos 28 años la reflexión solar ha ido disminuyendo. Cuidado ponen solamente los datos de la cantidad de hielo en el verano. Pero en el año 2008 hay más hielo que en el 2007, por tanto la reflexión solar en el verano del 2008 ha sido mayor que en el 2007.

¿Pero qué ha ocurrido durante el invierno ártico? Aquí les pongo la gráfica, resulta que la cantidad de hielo ha aumentado. Por supuesto, falta observar que ocurrirá en el verano 2009. Pero aunque durante el verano del 2007 se registro la mayor disminución de hielo, en invierno volvió a aumentar y no se cumplió la teoría de la reflexión solar.  Veanlo en el siguiente gráfico

Esta manera de proceder me recuerda que vivimos en un periodo interglaciar, como muestra la siguiente gráfica.

En Europa se tiene referencias de un clima cálido y estable en los siglos IX y XIII. Los veranos eran secos y cálidos, con una temperatura media casi 1ºC superior que en el siglo XX. Este periodo cálido favoreció la agricultura y la prosperidad económica de la sociedad medieval. Desgraciadamente en el siglo XIV el clima cambio, los indicios fueron las lluvias intensas entre los años 1314 y 1316. Era el inicio de la Pequeña Edad de Hielo que duró hasta 1850.

Extraigo lo siguiente del número 64 de la revista Historia del National Geographic, para compensar.

En 1642 los habitantes de Chamonix, bajo en Mont Blanc, vivian atemorizados por el avance permanente de los glaciares, ocasionando la pérdida de un tercio de las tierras cultivables. Se cuenta que el glaciar Des Bois avanzo una medida diaria equivalente al alcance de un disparo de mosquete, incluso en agosto. Ante el inminente desastre la gente acudió al obispo de Ginebra y en junio de 1644 organizo una procesión para solicitar a Dios que el hielo en avance no destruyera las casas de las poblaciones cercanas.  

La expansión de los glaciares no sucedió solamente en los Alpes, sino también en Noruega, Alaska, Nueva Zelanda y otros puntos del planeta entre 1550 y 1850.

Es curioso constatar que se pedía a Dios que no disminuyesen las temperaturas, sino que aumentaran. Las temperaturas frias y las lluvias destruían los cultivos, un autentico apocalipsis para la gente de la época medieval. En 1595 el párroco de la localidad de Stendal proclamaba el fin del mundo de la siguiente manera “La luz del sol no es constante, ni el invierno ni el verano son estables. Los frutos de la tierra no maduran como antaño. La fertilidad del mundo disminuye; los campos están agotados; los precios de los alimentos suben y se extiende el hambre”.

Incluso aseguran que la caza de brujas de la Edad Media pudo deberse a este clima cambiante. A muchas personas se les acuso de malograr los cultivos y perder animales, que en definitiva fue por causa del mal tiempo. Entre 1580 y 1620, más de un millar de personas acusadas de brujería fueron quemadas en Berna. En Inglaterra y Francia, el número de acusados aumento entre 1587 y 1588, justamente en los años más adversos.

Pero aquellas personas que no creían en brujas, lo que hicieron era adaptarse a las nuevas circunstancias y modificar la estructura agrícola, surgió así la revolución agrícola que impulso el crecimiento y desarrollo de una economía agraria moderna, sobretodo en Inglaterra y los Países Bajos.