El fin del Mundo aplazado otra vez

Comentaba el 26 de septiembre de 2008 en “Large Hadron Collider en el taller de reparaciones” que el CERN dedica el invierno a tareas de mantenimiento, de manera que el experimento físico más esperado tendrá que esperar hasta la primavera del año 2009. Después de 14 meses de reparación las cosas no funcionan muy bien para la ciencia de grandes experimentos. Habrá que esperar un poco más.

En el año 2008 dos científicos, Walter Wagner y Luis Sancho denunciaron ante un tribunal de Hawai las actividades peligrosas del acelerador de partículas Large Hadron Collider, porque según ellos el experimento podía acabar destruyendo la Tierra. Y aun puede supongo, según ellos, porque el experimento aun no se ha realizado. La mayor de todas las máquinas terrestres construida por la especie humana está dedicada a descubrir lo más pequeño que existe, pero la máquina tiene problemas.

En principio tenía que volver a funcionar a plena potencia a finales del 2009, pero las últimas novedades es que funcionara a mitad de potencia en el 2011 y a plena potencia en el 2013. Esta potencia es necesaria para descubrir el bosón de Higgs, responsable del origen de la masa. Steve Myers, director de aceleradores y tecnología del CERN, comentaba que el LHC es una máquina única, compleja y difícil de manejar. La experiencia adquirida en su funcionamiento ha cuestionado la manera en que el CERN tradicionalmente gestionaba el tiempo de actividad científica. Durante el verano se hacían los experimentos y en invierno se realizaban las tareas de mantenimiento, así no consumían tanta energía, necesaria además para poder pasar el frio invierno suizo.

El LHC, con un presupuesto de 5500 millones de euros, se diseño teóricamente para hacer chocar protones contra protones a una energía de 14 TeV. Ya se ha experimentado su funcionamiento a 7 TeV, con una corriente de 6000 Amperios, sin problemas. Se han cambiado los 4000 conectores de alto voltaje dañados, pero se ha aprendido que la energía de 14 TeV no se puede conseguir rápidamente. Se tardará entre 18 y 24 meses alcanzar la energía de 7 TeV. De esta manera se pretende proteger la máquina de cualquier fallo eléctrico entre las conexiones y interconexiones de las miles de bobinas magnéticas superconductoras que guían a los protones en su trayectoria de colisión a lo largo de los 27 kilómetros del anillo subterráneo. Se realizara una subida a 10 Tev durante breve tiempo para realizar experimentos dedicados a descubrir partículas predichas por la teoría de la supersimetria. Entonces se parara la máquina durante un año y se reemplazaran los casi 10.000 interconectores, permitiendo al LHC funcionar a 14 TeV en 2013.

Tendremos que esperar un poco más para presenciar el fin del mundo anunciado por Walter Wagner y Luis Sancho, paciencia.

Por Carles Paul

Licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad de Barcelona, Master en Física y Matemática Aplicada por la Universidad Politécnica de Cataluña y Master en Historia de la Ciencia por la Universidad Autónoma de Barcelona. Técnico Experto Evaluador Europeo. Profesor titulado de física y matemáticas de la Politècnica de Mataró, des de 1991. Director Científico de Innovem.

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