Pecado Original y CO2

La especie humana ha avanzado largamente desde la aparición del homo sapiens hace unos 200.000 años, en pleno Paleolítico. Un avance importante fue la primera vez que invento como hacer fuego, la segunda como aprovechar la naturaleza a su favor con la invención de la agricultura. El Paleolítico dio paso al Neolítico hace unos 10.000 años y no fue por casualidad sino por un cambio climático.

 

 

Cambios climáticos desde la última edad de hielo. Science Vol 327 22 Enero 2010

La gráfica inicial corresponde a los registros de hielo en Groenlandia.

Hace unos 20.000 años el planeta Tierra se encontraba en la última era glacial (hasta el momento) y la escasa población humana de cazadores-recolectores se agrupaba en poblados nómadas de entre 15 y 50 personas. Su existencia era muy precaria y al borde de la extinción, buscaban el alimento allí donde se encontraba, cazando ciervos, gacelas, renos y recolectando tubérculos, nueces, etc.

El hombre de cromañón se abrigaba dentro de las cuevas durante los nueve meses de duro invierno. En la primavera aprovechaban las rutas migratorias de los rebaños para cazar y cosechar los pastos silvestres. Durante el corto y cálido verano los distintos grupos de humanos se reunían para comerciar, intercambiar opiniones, recitar leyendas y mitos.

Lo cuenta muy bien Brian  Fagan en su libro “El largo verano”

El hielo cubría toda Escandinavia y Escocia y se extendía sobre Inglaterra, los Países Bajos y el norte de Alemania. Este era el origen de los incesantes vientos que viajaban hacia el sur atravesando el gradiente de temperatura de los mantos de hielo. Los gigantescos glaciares absorbían tanta agua y ejercían tanta presión sobre la corteza terrestre, que el mar estaba más de 90 m por debajo de su nivel actual. La estepa-tundra se extendía a través del emergido sur del Mar del Norte. El Mar Báltico no existía. Se podía caminar desde Inglaterra hasta Francia y, desde allí, si se era lo bastante resistente y se estaba bien pertrechado, adentrarse en las profundidades de Eurasia, hacia el extremo nororiental de Siberia y, luego, hacia América; o hacia el sudeste, hacia la plataforma continental del sudeste de Asia.

La Europa de la Última Glaciación era un lugar salvaje e inmisericorde. Alrededor de  40.000 cazadores de la Edad de Piedra vivían aquí gracias a su brillante oportunismo, sus habilidades sociales y su constante flexibilidad; en un mundo que estaba a punto de sufrir una impresionante transformación.

Aunque al igual que ahora, el clima variaba de un año a otro y de un siglo a otro. Había épocas más frías y otras más calientes y estas fluctuaciones climáticas afectaban a las poblaciones de animales. En los tiempos cálidos aumentaban y en los fríos disminuían, con la consiguiente influencia en las poblaciones humanas. No hay duda que estos cambios afectaron a la memoria generacional, se recordaba los años buenos de grandes rebaños y los años malos en que los animales incluso habían modificado sus rutas migratorias.

Entonces el clima cambió, hace unos 14.500 años la temperatura aumentó bruscamente (geológicamente hablando claro). Los valles se fueron poblando de robles, abedules, olmos, pinos, avellanos, etc. El mamut, el rinoceronte lanudo, el alce irlandés y numerosos animales de pequeño tamaño fueron extinguiéndose. Los humanos tenían dos opciones para sobrevivir: desplazarse tras sus antiguas presas en sus emigraciones al norte, siguiendo el retroceso de la tundra, o permanecer donde estaban y adaptarse al nuevo ambiente. Seguramente hicieron ambas cosas, según los grupos de seres humanos. Quizá aquellos más fuertes siguieron con su vida nómada y los más débiles se adaptaron al medio ambiente más cálido y descubrieron la vida sedentaria gracias al invento de la agricultura.

Pero el cambio climático del período cálido Bolling-Allerod duro poco tiempo y volvió a una era postglacial, denominada Younger Dryas, que terminó bruscamente al cabo de 1.500 años. Dejando paso al Holoceno, el período cálido estable más largo de los últimos 15.000 años que empezó hace unos 11.500 años y donde nos encontramos ahora. Observen la gráfica del principio.

Es curioso que pueblos incomunicados de distintas partes del mundo empezaron a cultivar y a domesticar las plantas casi al mismo tiempo hace unos 10.500 años.

Pueblos en distintas partes de la Tierra empiezan a cultivar. Science Vol 316 29 Junio 2007
Cultivos primordiales, Science Vol 316, 29 Junio 2007

Podríamos discutir si el descubrimiento de la agricultura fue una revolución científica, que dio origen a un nuevo paradigma, a una nueva visión de la acción del ser humano con la naturaleza. Me explico, antes el ser humano era pasivo, no alteraba el flujo natural, se aprovechaba de él. Con la agricultura, el ser humano altera la naturaleza, es como desafiar a los dioses. ¿Se acuerdan del paraíso descrito en la biblia y como se pierde? ¿Se acuerdan del pecado original? ¿Se acuerdan de la manzana de Eva?¿Se acuerdan de nuestro pecado actual contra la Tierra provocando un cambio climático? ¿Se acuerdan del CO2?

Pues es ahí donde está la clave para entender porque la agricultura apareció casi al mismo tiempo en todo el planeta y relacionado con los cambios climáticos que desembocaron en el Holoceno. La clave es el dióxido de carbono, el CO2. Al igual que ahora las plantas necesitaban una concentración de CO2 elevada para crecer, entre unos 500 i 1000 ppm. Vean “tomate al CO2”.

La concentración antes del Holoceno era de 180 ppm, empezó a elevarse y en unos pocos miles de años llegó a 280 ppm. Esto tuvo un gran efecto sobre la fotosíntesis y el crecimiento de las plantas, entonces cultivarlas fue más fácil. ¿Pero cuando se les ocurrió la idea? Posiblemente surgió durante el Younger Drias, el período postglacial creó una crisis en las sociedades humanas. ¿Cómo se resuelven las crisis? Thomas S. Kuhn nos diría que mediante revoluciones, una revolución agrícola, el invento de la agricultura, simplemente para poder sobrevivir. Por suerte llegó el Holoceno y con él nuestra salvación, el planeta volvía a calentarse. ¿Cuánto durara?

 

Por Carles Paul

Licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad de Barcelona, Master en Física y Matemática Aplicada por la Universidad Politécnica de Cataluña y Master en Historia de la Ciencia por la Universidad Autónoma de Barcelona. Técnico Experto Evaluador Europeo. Profesor titulado de física y matemáticas de la Politècnica de Mataró, des de 1991. Director Científico de Innovem.

7 comentarios

  1. Bueno, Carles, seguro que la vegetación tuvo una revitalización por el CO2, y por una mayor temperatura también. Pero que ese sea el motivo de que los humanos cambiaran la caza por destripar terrones, me parece más problemático. No se me ocurre que unos ancestros nuestros dejaran la caza como fuente principal de alimentación, salvo por una crisis en la disponibilidad de piezas.

  2. Apreciado Plazaeme,no puedo responderte brevemente, quizá ni tan solo responderte (por ignorancia mia por supuesto), pero lo intento.

    La clave para la supervivencia de la especie humana ha sido la movilidad y la flexibilidad, es decir adaptarse continuamente a los cambios ambientales tanto locales producidos por las estaciones como globales producidos por los cambios climáticos.

    El invento del vestido en lo que se conoce como capas de cebolla, es decir, ropa interior ajustada, una capa intermedia que abriga y una exterior que protegen del viento es de hace unos 30.000 años. Gracias ha este invento podían cazar y recolectar a temperaturas bajo cero y protegerse del calentamiento y enfriamiento de los rápidos cambios climáticos de estos últimos 30.000 años. La clave de la supervivencia, pequeños grupos de seres humanos que sobrevivían recorriendo enormes territorios en condiciones ambientales duras, recuerda que estamos en el período de la última glaciación.

    Cazar no era fácil, era muy difícil y peligroso, pues el cazador puede convertirse en presa de otro cazador más fiero y con dientes muy largos. Piensa que en esa época una pequeña herida puede llevar a la muerte por infección. O lo que es peor, quedas abandonado porque no puedes seguir el ritmo del grupo, recuerda que son nómadas y persiguen el alimento allí donde se produce, tanto animal como vegetal. Difícilmente se pasaba de los 35-40 años. Aparte de que para cazar hay que gastar energía que apenas se recupera con el alimento de la pieza cazada.
    El hombre cazador podía llegar a obtener un aporte de energía de unos 5000 Kcal, con la agricultura se paso a 12000 Kcal, más del doble.

    El ser humano siempre ha sido recolector-cazador y más recolector que cazador, mira tus manos, tus dedos están preparados no para cazar sino para recolectar (coger) los frutos de los árboles y plantas silvestres.

    La agricultura es un cambio brutal, de pasar a perseguir la comida a esperar “tranquilamente” que salga es una revolución científica y tecnológica. En pocas generaciones, los humanos nómadas recolectores se transformaron en sedentarios agricultores. Esta forma de vida se difundió rápidamente y fue gracias al calentamiento del Holoceno que se produjo.

    No tengo muchas referencias, tan solo el libro de Brian Fagan “El largo verano” y algunos artículos sueltos en Science. Pero creo que habría que profundizar más en este período. Yo sigo creyendo que la historia del paraíso perdido de Adan y Eva, el de Cain y Abel son mitos relacionados con este proceso de cambio de recolector a agricultor. Hay otros parecidos en otras culturas.

    El tema es muy amplio y muy discutible, pero creo que hay una falta de estudio de esa época de cambio desde el punto de vista social, técnico y científico, en definitiva son los orígenes de nuestra actual sociedad.

    Disculpa el rollo, deformación profesional.

  3. Huy, perdona el retraso.

    Aunque está en discusión, yo creo que la tendencia es ver más al hombre como cazador que como recolector. A mí desde luego me convence más. Tenemos el ejemplo de los indios de las praderas USA. Sabían plantar y regar, pero básicamente cazaban. Porque tenían caza. En cambio, más al sur, los civilizados mexicas se habían quedado sin caza (y prácticamente sin ganadería). Comían maíz, y organizaban guerras en las que no mataban a los enemigos, sino que los capturaban vivos … para jamárselos. Esa táctica peculiar, más que los caballos y los arcabuces, es lo que dio gran ventaja a las muy escasas tropas de Cortés.

    Las manos. Los chimpancés recogen fruta (su alimento principal), y transforman palitos para meterlos por el agujero de un hormiguero, con gran habilidad. Lo que no pueden hacer es agarrar con la misma fuerza una buena estaca, o golpear dos piedras entre sí para hacerse un rascador o una punta de lanza. Y las dos son herramientas de cazador.

    Con la energía gastada por cazadores y agricultores no estoy muy de acuerdo. Los pueblos cazadores «trabajan» muchas menos horas que los agricultores. Y además ni siquiera es trabajo propiamente dicho, sino es un hacer lo que «nos sale»: andar por el campo atentos, y preparar lanzas y anzuelos. Un deporte. Pero a nadie «le sale» destripar terrones, aunque hay vegetarianos que tratan de convencernos. Mira un jardín, o un pequeño huerto: si tienes pelas, le encargas a alguien para que se ocupe. Pero ningún cazador o pescador paga a otro para que lo haga por él. Luego cazar es algo que está en nuestra naturaleza, y destripar terrones no.

    También tienes las pinturas de las cuevas. Ningún brote de trigo ni lechuga, sino bisontes, caballos, corzos, y otra caza.

    No sé, yo veo la hominización como la reconversión de un chimpancé (cazador muy ocasional) -o el ancestro común, en un predador / carroñero. Por ejemplo:

    http://www.sciencemag.org/cgi/content/full/316/5831/1558?ijkey=qZN/4mNiv/hng&keytype=ref&siteid=sci

    Y la civilización como la adaptación al drama ecológico de la pérdida de la caza, una vez que salidos de África nos pilló el interglaciar.

    En fin, rollo por rollo, perdón.

    Slds.

  4. Apreciado Plazeame,
    no te he contentado antes porque quería leerme detenidamente el artículo que propones, pero no he tenido tiempo. Tengo que presentar un proyecto de tesis y voy dando vueltas y vueltas y aun no tengo nada resuelto, aparte de la burocracia de los nuevos planes Universitarios de Bolonia….

    En todo caso, somos omnívoros, por tanto dependerá de la situación en el tiempo y la geografía que unos “humanos” se dediquen más a cazar o a recolectar. El fuego data de hace unos 500.000 años y es el responsable del rápido aumento cerebral del Neandertal y Sapiens y de la capacidad de poder hablar, gracias a la especialización del musculo maxilar al perder potencia, pues la carne cocinada se come más fácilmente. Como comenta el articulo.

    Por cierto, la capacidad craneal del Neandertal era superior a la del Homo Sapiens, hay un libro interesante de Pino Aprile, “El Elogio del Imbécil” que trata de la imbecilidad del Homo Sapiens y de la inteligencia del Neandertal, más o menos, y aplicado a nuestro tiempo.

    Bien, siento tardar tanto en contestar y hacerlo tan superficialmente.
    Eso si, tengo tiempo para seguirte en tu blog.
    Saludos

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